Casa Mei

Ubicada en un entorno privilegiado, esta casa de campo se integra armónicamente con el paisaje natural que la rodea, compuesto por árboles nativos y una vegetación abundante. El diseño responde de manera sensible a las condiciones climáticas del lugar, aprovechando la orientación solar, la dirección de los vientos dominantes y considerando factores como la humedad para lograr un confort térmico pasivo y eficiente.

La arquitectura de la casa se inspira en la tradición constructiva local, incorporando materiales naturales como la piedra de la región, que no solo aporta una estética rústica y auténtica, sino que también mejora el desempeño térmico del inmueble. Las losas inclinadas con acabado en teja evocan el lenguaje clásico de las casas de campo y facilitan el escurrimiento pluvial, además de ofrecer un carácter cálido y acogedor.

Uno de los espacios más representativos del proyecto es la terraza exterior, diseñada como un lugar de contemplación y convivencia. Esta área está cubierta por una losa inclinada que protege del sol y la lluvia, permitiendo disfrutar del entorno natural en cualquier momento del día. La terraza actúa como una extensión del interior hacia el paisaje, ofreciendo una experiencia única de conexión con la naturaleza, ideal para quienes buscan un refugio para desconectarse del ritmo urbano.

En conjunto, la casa de campo se concibe como un espacio que celebra la vida en contacto con la naturaleza, combinando funcionalidad, sostenibilidad y una estética atemporal.